Mayo
Salvador Rodríguez (*)
Es el quinto
mes del calendario cristiano. Mayo es el mes de la fertilidad y de las lluvias.
Es celebrar el nacimiento de los hermanos Casado, Luis Roberto y Eleazar. Mayo
es ver a Lucas Guillermo, escribiendo Cuando
Los Pasos Afincaron su Rumor en las alturas de Güiripa.
Mayo es
sentir el sonoro aguacero y mirar por la mañana las huellas del que pasó en la
madrugada. Es imaginar a Rafael Ramón Betancourt y a Eleazar Casado, buscando
dos clarinetistas para interpretar Elegía
para cuarteto de clarinetes de Juan Sebastián Bach. Es mayo, saber del
cumpleaños de Enrique Bernardo Núñez Rodríguez y quedarse en la comarca para
contar su vida por la 92.3 F M.
Mayo es
acurrucarse entre las sábanas y sentir el zinc, como golpeadero de un
torrentoso aguacero. Es imaginar el paso de Eleazar para su biblioteca y
concluir el poemario La Madre en
honor a ese ser mejor dotado de amor por el que va naciendo. Mayo es canto de
fulías y galerones. Es ver a Hortensia de Longo con toda su galanura, para
cantar un Velorio de Cruz en la casa de la cultura don Eleazar Casado.
Mayo es ver
a Enrique Bernardo Núñez, leyendo Vuelta
a La Patria del poeta Juan Antonio Pérez Bonalde y sacar de allí el título
del libro La Ciudad de los Techos Rojos.
Mayo es estar entre el abril de Gema 106.5 F M y el junio de la 92.3 F M La Voz
de San Casimiro. Es recordar cómo se
desprendían las flores del María, que parecían paracaídas que alfombraban la
calle Bolívar. Es este mes, conmemoración de los días de la Flor de Mayo y del Araguaney.
Es sentir, como ayer, la muerte del poeta Andrés Eloy Blanco.
Mayo es dar
la vuelta a ese refrán sonoro, de que marzo ventoso y abril lluvioso, sacan a
Mayo florido y hermoso. Mayo es mes de esmeralda y de flores, como el lirio. Es
fiesta a Flora, la diosa de la vegetación. Es leer al poeta Manuel Bolívar
Graterol, para enterarse del hermoso trazado de los cedros del Líbano de casi
30 metros de altura que permitieron construir templos que son leyendas y que
nos detalla en su libro Wadad : Dos Geografías, un solo Corazón.
Mayo es
recordar el cumpleaños de la suegra María y ver sus fotografías que atestiguan que la vida perdura en un retrato. Mayo es ver
a la bella Selene, adornada de negro anunciando el añorado aguacero. Es
arremolinarse en la plaza El Carmen y subirse al taxi para serpentear el camino
hacia Güiripa, que en Mayo celebra su devoción a María Auxiliadora de Los
Cristianos, patrona de los güiripeños. En definitiva, Mayo es compartir toda la
vida, con el extraordinario ser, que el toque del ángel la convirtió en mi
mujer.
(*)
Cronista del municipio San Casimiro